¿Cómo saben ellas lo que el candidato quiere? ¿Primero el tipo las elige o son ellas las que eligen al canditado? (Truco de espejos.)
Pienso: la Bruja me eligió al mismo tiempo que yo la elegí a ella. Pero por distintas razones.
Cuando existe conexión entre dos personas existe en los dos a la vez y con una intensidad semejante. Lo cual no significa que ambas personas busquen lo mismo. Pero sí significa que los dos tienen algo que aprender del otro.
Ella vió mi hambre, en mi piel, en mis lágrimas, en mis pasados errantes, ella vió como pocos la profunda pena que había dejado mi Hada cuando le abrí la puerta y le pedí que volara...
No se mucho de la Bruja, las Brujas no revelan sus secretos... y la mejor forma de esconder un secreto es mostrarlo a plena luz del día, haciendo como si no doliese, no sonara, no hiriese. Al fin y al cabo, entre las sombras proyectadas por el sol, un hombre sólo ve lo que quiere ver.
"...después se lo dejás de dar, por un tiempo, hasta que el tipo enloquezca, hasta que desespere de muerte (dejás que el agua dentro del caldero hierva y la ponés a fuego lento... y mezclás y mezclás los elementos), entonces, sólo entonces, justo cuando la desesperación podría hacer que el candidato busque otro camino, se lo volvés a dar, e incluso le das un poquito más, un poquito mejorada la poción (el veneno)."
Yo por ese entonces ya había comprendido que mis orgasmos con ella eran fingidos. O quizás la desesperación era mucho mayor de lo que ella pudo calcular. Y con la ayuda de mis viejos venenos logré que ella me entregara su secreto.
Hombres y mujeres manipulan. A su manera.
La forma de manipular de un hombre no es tan sensual... es más bien moral. "¿Te parece bonito?", "te lo digo porque te conozco mejor que vos mism@, vos no sos culpable, sos la víctima de los demás", "las cosas no son así, las cosas son asá", "lo que pasa es que vos...".
Intelecto para el hombre, sensualidad para la mujer. Así fue como la occidental sociedad dispuso su tablero de juego, el hombre con sus fichas y la mujer con las suyas. Luego eso se envía hacia atrás, hacia los Arquetipos universales que todo lo mueven (eternamente).
Y en verdad, lo único que se mueve es el gran imperio de la manipulación. Para quedar, tras las vueltas infinitas, en el mismísmo lugar de siempre. Aquíahorasiempre.
Las gallinas cacareando papá-mamá papámamá... y nuestro mapa es un tatuaje en la piel que no nos deja sentir a los hombres ni pensar a las mujeres.
¿Qué es manipular? ¿qué ganan los brujos y las brujas con sus juegos de ajedrez?
Las valvulas que impiden que todo estalle son las masturbaciones, los premios consuelo, las pequeñas satisfacciones ocultas. Prostitución de la esposa y de la amante. Con o sin dinero de por medio. El sucio secretito. Proxenetas que sostienen su propia insatisfacción para retener y gozar con la descarga. Culpa por aquí, culpa por allá. Toda pornografía es moral. Toda mentira es una verdad construida en complicidad para no molestar. Congelar. Para seguir gozando del sucio secretito. Y la rueda gira en ciclos simétricos concéntricos (son lo mismo: la santa la puta, el santo el pecador)...
El amor sigue dando vueltas y desatando nudos, alado, escapando a los laberintos...
Me fuí y le regalé a la Bruja una palabra mágica: no. Pero no era uno de esos noes que ella conocía tanto mejor que yo, cuando se negaba a fingir un orgasmo, cuando decía que no para que yo siguiera sintiendo que era un sí... el doble no de la mentira, el no espiralado (no es lo que no es). Este era un no verdadero, un no que significaba que yo no era ella ni ella era yo, dicho de una sóla vez y para siempre.
Luego vinieron las pesadillas... incluso en lo peor un hombre sólo ve lo que quiere ver.
Y aquí estoy ahora.
Juego y arquitectura de espejos que me tiene atrapado,
asustado,
buscando una salida o un nuevo comienzo.
Devenir, lo que pueda devenir... encomendándome a la Pacha Mama más que al Sol y su imperio de sombras que apenas se apagan al medio día.
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