martes, 29 de junio de 2010

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ella ocultó su mirada y la luna brilló como jamás y como siempre.
hay un duende que roba mis sueños antes de que apenas pueda recordarlos una sola vez.
ella complicó sus complicidades y me apartó de sus canciones.
busco al duende para que al menos pueda tener un sueño. le doy monedas. mi bolsillo está vacío.
ella y yo: incompatibles en nuestras posibilidades, decidimos partir nuestras chances en cara y cruz.
arrojo la moneda:
cara.
sé que hice lo correcto (no a nivel Bien universal, porque sé -creo, considero- que el universo es plural y por lo tanto imprevisible: hice lo correcto en tanto mi esencia y la de ella podrán desarrollarse sin trabas, sin mentiras, sin contra-tiempos a destiempo, sin dolor hecho de ausencia).
somos libres, no para hacer lo que se supone que hagamos: somos libres para desarrollar lo mejor que hay en cada uno de nosotros aunque duela, aunque no lo sepamos a ciencia cierta...
busco distensión pero mi estómago sigue contrayendo todo lo que no...
y aquí estoy
ahora
y en mí guardo todo lo que aprendí.