jueves, 13 de mayo de 2010

desenamorado

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.¿Jugaste alguna vez a la ruleta rusa? Al principio mucha adrenalina, casi que se te nubla la vista. A pesar de las apariencias y el clima de Hollywood, no es difícil pasar ese momento, el tic del gatillo suena casi como si fuera la campana de libertad (una revolución). Lo dificil es el después. Continuar. Volver a tu vida "normal". ¿Cómo te explicas que estás vivo? ¿Cómo haces para no pensar que aquella bala te atravezó de sien a sien? ¿Cómo te das cuenta de que las baldosas sobre las que caminas no son tus ideas chorreándose en hemorragia tras haber quedado tus entrañas expuestas, agujereadas... desprogramándote cada pequeña información que hayas almacenado en tus células?



.Después de que te fuiste todo siguió igual. Se tendría que haber caído el cielo y las paredes debieron convertirse en decorado que una gente habría venido a buscar después de que te llevaste los cuadros, tus cuadros. La cama hubiese necesitado convertirse en un pozo de torturas y el piso en un techo. El mismo aire. Las mismas ventanas que no muestran nada. El frío en la habitación se hizo más intenso, pero todo siguió... Y me siento frágil y no puedo esconderme.




.Cuando la muerte te besa ya no puedes pensar, es necesario que actúes, y si no lo haces los pensamientos se transforman en una soga abrazándote la garganta mientras cada señal en el camino te pide que saltes, que caigas, que le des fin a la insoportable continuidad de la incertidumbre. ¿Qué pruebas tienes de que estás vivo? Y si lo estás, ¿no deberías estar disfrutándolo? Si por algún momento dejas de imaginar que el disparo rajó tu cerebro, en seguida, por alguna razón metafísica, te ves obligado a arriesgar tu vida otra vez... y otra vez... y otra vez... (intentando olvidar.)





.Sentirme querido, destinar mi sonrisa, compartir una estrella que haya caído al quedarnos en silencio, contactar un sueño para contárselo a quién le pertenece, jugar a que todo es posible, acariciar tus lágrimas, empacharme de tu risa, confiar en tu misterio, elucidar tus esperanzas, partir
partido
parido en medio de este mundo que apenas recién empieza.

Respirar.